Literatura

Antígona, resistencia, desafío y desobediencia civil

Antígona es una historia de rebeldía, lucha y desafío. Habla del heroísmo, la transgresión de leyes, y asumir las consecuencias de las acciones, mientras exhibe un debate entre las leyes divinas y las mortales. 

Escrita por Sófocles, dramaturgo de la antigua Grecia, ésta es la última parte de un grupo de tres obras trágicas que representan un episodio de la mitología griega titulado Los Siete contra Tebas. 

El autor plasmó su interpretación de la historia pensando en el contexto social de su época, lo que confirió cualidades y valores admirables a la protagonista, misma que da el nombre a la obra.

Un poco de contexto

Esta obra de teatro es precedida por Edipo Rey y Edipo en Colono, las cuales narran la historia del personaje de Edipo y su aventura. 

De acuerdo con la mitología, y la versión de Sófocles, Antígona, quien protagoniza la obra homónima, era hija de Edipo y hermana de Ismena, Eteocles y Polinicies. En las primeras dos tragedias, los acontecimientos desencadenan el enfrentamiento de varios personajes, el ascenso al poder de otros y la muerte de muchos.

La situación a la que se enfrenta el lector al inicio de la última tragedia, es la siguiente: Creonte, tío de Antígona, se había vuelto un tirano autócrata que gobernaba la ciudad de Tebas, mientras que Eteocles y Polinicies estaban muertos. Ismena y la protagonista habían sobrevivido pero vivían en la ciudad que su tío atemorizaba.

La obra

El argumento principal es la historia de desafío de Antígona al rebelarse contra una orden de Creonte, que impedía darle sepultura a Polinicies. A lo largo del libro, ella se mantiene firme y decidida a cumplir su propósito (enterrar a su hermano), lo que muestra un espíritu heroico y que está dispuesta a asumir su destino individualmente.

A diferencia de su hermana Ismena, Antígona no se somete a las leyes del tirano y defiende las leyes divinas, mismas que dictan que Polinicies debe recibir sepultura, cumpliendo con los ritos acostumbrados.

Sin embargo, Creonte decide mantenerse igual de firme y hacer cumplir las leyes, lo que termina conduciendo a la gran tragedia final: Antígona, al ser condenada y aprisionada, se quita la vida, provocando que otros dos personajes se vean afectados por el choque entre el tirano y la protagonista.

Es una historia relativamente sencilla, pero la acción de rebeldía inicial y el consecuente desarrollo de los acontecimientos, pueden ser analizados desde muchas perspectivas.

“Todo lo trágico se basa en un contraste que no permite salida alguna. Tan pronto como la salida aparece o se hace posible, lo trágico se esfuma”

Johann Wolfgang von Goethe

Un ejemplo del contraste en esta obra trágica es la evidente diferencia entre el personaje de Antígona y el de Ismena. La primera se mantiene inamovible y llega al extremo de morir por su causa, mientras que la segunda se somete a la tiranía.
Otro buen ejemplo —y posiblemente el que más destaca— es la oposición entre la protagonista y Creonte: ambos defienden su postura pero son tan distintos hasta tal punto que el antagonista decide abandonar su lucha, mientras que Antígona muere por lo que sostiene. La contrariedad es inmensa y se mantiene presente a lo largo de toda la obra en varios puntos que contrastan muy claramente, destacando las cualidades de los personajes.

También sobresale la capacidad de sacrificio por un ideal, pues Antígona es consciente de su destino porque ella lo construye y está dispuesta a defender su postura hasta la muerte. En otras palabras, es ella quien le da dirección a buena parte de la obra con una acción tan osada en defensa de sus ideas.

Además de la firmeza en las reacciones del personaje principal, éstas se pueden interpretar de otras maneras: Antígona no pretende convertirse en heroína, únicamente defiende sus ideas y principios, además de las leyes divinas. Sin embargo, esta decisión tomada de manera individual repercute en el comportamiento de los ciudadanos, al exhibir el descontento del pueblo con el reinado de Creonte. De esta manera, es evidenciado el poder que una sola acción disidente contiene, al tener la facultad de desencadenar otras cosas.


Impacto y relación histórica con la obra

Además de las acciones significativas tan habladas a lo largo de esta reseña, la obra también trata una “rebeldía con causa” que ha sido interpretada y re significada con el tiempo.

Por la naturaleza desafiante de la obra, se ha tomado a Antígona, de Sófocles, como ejemplo de acciones que portan una carga política, con reinterpretaciones escritas en momentos importantes de la historia del mundo. Las versiones de Walter Hasenclever, Bertolt Brecht y Judith Marina —por mencionar sólo algunas— exhiben este papel social en favor de movimientos pacifistas o críticas hacia los tiempos tumultuosos.

“No he nacido para compartir el odio, sino el amor”

Antígona

Y cómo dejar de lado la desobediencia civil (término muy conocido a partir de las ideas de Mahatma Gandhi), en la que una o más personas desobedecen pacíficamente una ley por considerarla injusta o perjudicial.

En este caso, la acción de sepultura que Antígona realiza desafía las normas impuestas por Creonte de manera pacífica, convirtiendo el acto en desobediencia civil.

Por otro lado, el papel de la mujer a lo largo de la obra requiere un extenso análisis especial, pues no es casualidad que la protagonista sea quien se rebela: solo una mujer era capaz de ir en contra de las leyes de esa forma en Grecia.

En resumen, el papel de Antígona posee cualidades heroicas comúnmente observadas en las obras de Sófocles, aún cuando no era usual la representación de este tipo de características en las mujeres de la época; además de los diálogos contundentes, estas cualidades le aportan más profundidad al personaje.


Por último, la obra tiene gran vigencia, así como posibilidad de ser estudiada y (re)interpretada en la actualidad. Desde diálogos con múltiples significados, hasta el poder de la palabra contra el de las acciones, son muchos los temas a explorar.

Antígona sigue siendo relevante porque la capacidad de sacrificio por una causa —sin importar las consecuencias— ha permitido que se realicen avances en las luchas por los derechos humanos, las de minorías, grupos y movimientos sociales.
La historia de la humanidad, siempre estará unida a revoluciones, rebeldía, resistencia y pensamientos disidentes.

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